El sector prestador de servicios de salud no sólo tiene un significativo impacto en la calidad de vida de la población, sino que también constituye uno de los sectores más importantes en cuanto a la generación de empleo formal y calificado en Argentina. No obstante si se examinan los costos que estas instituciones han venido enfrentando, se aprecia un crecimiento por encima de la evolución del nivel general de precios en la economía e incluso por encima de sus propios ingresos. En este sentido, la supervivencia y expansión del sector se ha logrado gracias al crecimiento en volumen de las prestaciones que dichas instituciones brindan, aunque el incremento en sus costos amenaza con poner límites a esta dinámica.
A los fines de cuantificar estos hechos, el IERAL de Fundación Mediterránea ha desarrollado un Índice de Costos e Ingresos del sector con aplicación local, el cual monitorea la trayectoria de recursos de las clínicas y sanatorios radicados en Córdoba, de acuerdo a las principales fuentes de financiamiento (PAMI, Obra Social Provincial, Obras Sociales Sindicales y Prepagas); y la evolución de sus costos, medido por la dinámica de los precios de los principales insumos que utilizan las instituciones privadas para producir servicios de atención médica.
De acuerdo a las estimaciones de este indicador, de los principales insumos involucrados en la producción de servicios de atención médica en Córdoba, las retribuciones laborales representan más de la mitad de los costos totales de las clínicas y sanatorios (60%). En orden de importancia, le siguen los insumos médicos y no médicos que representan entre ambos un 31,5% del costo total, la inversión en tecnología e infraestructura representa un 4,5% y el 4% restante corresponde al pago de servicios públicos.
El resultado evidencia una brecha creciente en el tiempo entre los costos y los ingresos del sector prestacional de la salud. Así, para el primer trimestre de 2019 (última estimación disponible) los costos de la salud en Córdoba habían crecido un 63% en un año (I-19 versus I-18), mientras que los ingresos tuvieron un incremento del 39%. Esto implica que los costos representan en la actualidad un esfuerzo adicional del 17% respecto de sus ingresos.
Asimismo, se observa que la evolución de los costos superó también la inflación (medida por el IPC de INDEC) en todo el período. Simultáneamente, los ingresos del sector se ubicaron siempre por debajo del incremento en el nivel general de precios.
En igual sentido, y principalmente entre los insumos médicos (con importante participación de componentes importados) la dinámica de costos habría tenido un fuerte impacto durante el cuarto trimestre de 2018, producto de la depreciación de la moneda doméstica respecto al dólar.
Los aspectos señalados sobre la evolución de costos, sumados a otras restricciones que afectan al sector salud, tales como una presión tributaria sobre una actividad que brinda un servicio social, impone desafíos que requieren la necesidad de diseñar políticas públicas pensadas para el corto y el largo plazo del sector, enfocadas en la sostenibilidad de una oferta extendida y de calidad en las prestaciones médicas.
María Laura Caullo - Lic. en Economía