La desfinanciación del servicio de internación en piso

Entre los múltiples problemas económicos y financieros que enfrentan las entidades prestadoras de servicios médicos se encuentran las brechas entre los costos reales de prestación y las tarifas reconocidas por los distintos financiadores, con aquellos por encima de éstas. Esto ocurre, en particular, con el servicio de internación en piso.

El Sistema Estadístico de Costos de la Salud permite estimar con precisión los costos de prestación de distintos servicios, entre ellos la internación en piso. Utilizando los parámetros de 100 camas y tasa de ocupación del 70%, entre otros supuestos, los costos de prestación alcanzan los $ 16,939.76 por día cama para el módulo completo y $ 9,890.86 por día cama para pensión, en ambos casos a febrero de 20212.

Frente a los $ 16,939.76 por día cama de costo total, las tarifas vigentes por el módulo de internación en piso son: $ 8,588.00 por día cama en el caso de APROSS (tarifa actualizada a comienzo de marzo de 2021), $ 7,689.00 por día cama en el caso de DASPU y $ 5,037.56 por día cama en el caso de PAMI. Estas cifras implican que las tarifas cubren apenas 50.7% del costo total en el caso de APROSS, y 45.4% y 29.7% de dicho costo en los casos de DASPU y PAMI, respectivamente.

Frente a los $ 9,890.86 por día cama de costo total de pensión, las tarifas vigentes por dicho servicio son: $ 4,047.00 por día cama (CPCE) y $ 3,556.50 por día cama (OSDE). Estas cifras implican que las tarifas cubren apenas el 40.9% del costo total en el caso de CPCE y 36.0% de dicho costo en el caso de OSDE.

Las tarifas no cubren el margen sobre costos necesario para garantizar la sustentabilidad de las instituciones, ni el costo de oportunidad del capital invertido, ni la reposición de infraestructura y equipamiento. Tampoco cubren la totalidad de los costos operativos, lo que implica alguna combinación de generación de pasivos contingentes (como deudas previsionales), utilización de mecanismos de ayuda (como ATP durante 2020) y “subsidios cruzados” provenientes de otros servicios, que han reducido su volumen de prestaciones durante la pandemia.

Teniendo en cuenta no pago de contribuciones patronales, falta de previsiones por despido y utilización de ATP, todavía quedan sin cubrir entre 44% y 61% de los costos operativos, dependiendo del financiador, cifras previas al cierre de la paritaria 2020 y en un contexto de honorarios médicos muy atrasados.

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