Necesidad de evitar el cierre de instituciones privadas y perdidas de camas, en tiempos de pandemia. (NOTA A AUTORIDADES)

Necesidad de evitar el cierre de instituciones privadas y perdidas de camas, en tiempos de pandemia.

Las Clínicas, Hospitales y Sanatorios privados nos encontramos en una situación crítica no solo por la delicada situación económica y financiera reconocida desde antaño (en emergencia desde el año 2002) severamente agravada en los últimos tiempos a raíz de la pandemia habida. Estamos frente a un probable quiebre del sistema si no hay un debido financiamiento una reducción en las cargas que pesan sobre nosotros, siendo el Estado el principal financiador. 

Nuestras instituciones se encontraron en el mes de octubre sobre el 95% de su capacidad instalada, ocupadas por pacientes covid-19, sospechosos covid-19 y otras patologías. Ha sido nuestro sector quien ha brindado internaciones requeridas por el SARS-CoV-2 a más del 65% de los Cordobeses (pacientes afiliados al INSSJP Pami-, Obras Social Nacionales  -Sistema Seguridad Social-,  a la Administración Provincial  del Seguro de Salud APROSS- y Empresas de Medicina Prepaga) además de ser quien atiende en general al 70% de la población. 

Sabemos que, aún con la probable aparición de vacunas es casi inevitablemente que llegue una segunda ola” para el mes de marzo o abril 2021, la que además seguramente será soportada también por el sector privado. 

Hoy liberados un poco en la ocupación de las camas, pero sin bajar la guardia, y ante la muy probable quita de la Asistencia al Trabajo y Producción (ATP), nos encontramos ante la encrucijada financiera y económica donde se evidencia que si no se sustituye dicha ayuda mediante la reducción de costos y mejora sustancial en los ingresos,   no podremos cubrir ni someramente los gastos, siendo la consecuencia directa e inevitable la disminución de la capacidad instalada con el probable cierre de instituciones. 

Vemos una gran inequidad en el tratamiento de nuestra realidad con la de otros sectores (Vgr. transporte o educación) incluso ante la llegada de la pandemia el Gobierno ha redistribuido y creado partidas de emergencias para su abordaje multiplicando la inversión en el sector público y no así para el sector privado.  Adicionalmente, los ingresos del sector privado mermaron sustancialmente y los egresos crecieron exponencialmente (requerimientos de inversión en infraestructura para la atención de pacientes con y sin covid, las nuevas medidas de bioseguridad, las nuevas modalidades de atención tanto en pacientes ambulatorios e internados; compra de elementos de protección personal (EPP) de acuerdo a los protocolos existentes; paro o reducción del transporte; baja de personal; prohibición de reducción de personal) todo sumado a una desorbitante suba de precios en insumos médicos  y un acortamiento o desaparición en los plazos de pago. 

La mayoría de las Clínicas, Sanatorios y Hospitales, aun con la ayuda del Estado Nacional a través de los ATP, no logran pagar todas sus cuentas. Es que, el ATP representa entre un 20% y 25% de los egresos, ACLISA y CAESCOR relevó que la asistencia, entre sus asociados, fue de $173  millones mensuales, ayuda que de no mantenerse – como se expresa – generará el quiebre del sistema.  El desarrollo de la actividad resulta deficitario, aún así es nuestro sector, como se dijo,  quien  brinda asistencia a la mayor cantidad de beneficiarios. El costo de la práctica médica se ha más que duplicado con la irrupción de la pandemia lo que no ha sido reconocido por los financiadores, planteándose un escenario a corto plazo de difícil sustentabilidad y seguro cierre de instituciones; o gradual y sostenida perdida de camas. 

La reciente publicación del IERAL de Fundación Mediterránea, Foco Social, Sector prestacional de la salud evolución de los índices de costos e ingresos III trimestre 2020, da evidencias del estado critico vivenciado por nuestras instituciones, en donde aun con la asistencia estatal el índice de costos presenta una brecha del 34% respecto a los ingresos, y simula un escenario sin la ayuda estatal en donde el índice de costo hubiera presentado una brecha del 57% respecto a los ingresos, poniendo de manifiesto la necesidad de asistencia que requiere el sector.

El Boletín sobre Indicador de costos de servicios complejos, septiembre 2020, publicado por el Foro de Análisis Económico de Salud, basado en la modelización matemática sobre el funcionamiento de una Unidad de Terapia Intensiva arroga un costo de $24.163 por cama día ocupada de UTI, ascendiendo a $45.323 en la atención de pacientes covid-19, cuando los valores que pagan los financiadores no alcanzan el 50% del costo referido.

El actual sistema de financiación, la carga tributaria (nacional, provincial y municipal), el costo de los servicios (luz, gas, agua) que pesa sobre el sector, agravado por las constantes devaluaciones del valor de la moneda que inciden en el costo de nuestros insumos, agobian y hacen inviables a las instituciones,  no solo impiden el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de la capacidad instalada existente, si no que tiendea una segura disminución de la oferta sanitaria como se evidencia en los últimos 20 años que cerraron el 75% de los establecimientos con internación. 

Es el Propio estado quien cuenta con la mayor cantidad de Afiliados aportantes que requieren de la atención en el sector privado y por tal razón es quien debe sostener el sistema (reduciendo los costos  y financiando adecuadamente las prestaciones), además por ser el Garante de la salud de su población en virtud de un mandato constitucional expreso.

Por ello  se requiere  con urgencia que se reduzca el “Costo Córdoba”, existiendo una inequidad con otros sectores que sí reciben ayuda estatal por parte de la Provincia, en este sentido:

Solicitamos medidas urgentes que sustituyan la Ayuda que hemos recibido a través de  reducción del Costo Córdoba, Mayores Ingresos, Reducción de Impuestos:

  • Exención Impuesto a los Ingresos Brutos, a los Sellos e Inmobiliario.
  • Tratamiento de Sector Crítico y Esencial por parte de EPEC mediante subsidio del 50%.
  • Eliminación debito administrativo del 4% sobre la facturación al Apross.
  • Incremento del nomenclador (tarifas) APROSS.
  • Nuevo tratamiento de la actividad que acompañe el desarrollo de la oferta sanitaria.
  • Traslado a los Intendente del estado de alerta de las Clínicas Privadas. Para que suspendan toda tasa y/o contribución que graven la actividad, impuestos y todo otro gravamen.
  • Por vuestro intermedio:
    • Solicitar al PAMI la inmediata revisión de las retribuciones de los prestadores quienes no han recibido ningún tipo de incremento en el último año calendario. 
    • Nuestros Legisladores Nacionales deberán impulsar con firmeza la revisión del Impuesto al Valor Agregado, Impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios,  y eliminación de aranceles a la Importación de nuestros insumos; modificando leyes en ese orden.

 

Entendemos que la única salida de la crisis sanitaria, agravada por irrupción de la pandemia,  es mediante la implementación de políticas sanitarias consensuadas, que interpreten adecuadamente las necesidades del sector privado, no solo se sostenga firmemente la oferta sanitaria si no que se estimule la inversión en Salud.  Lo opuesto concluirá con un inevitable quiebre del sistema, perdida de camas y cierre de instituciones.